Descubre cómo la Ley 1116 de 2006 puede ser la solución para proteger a tu empresa de la quiebra y garantizar su continuidad mediante un proceso de reorganización empresarial.
La Ley 1116 de 2006 es una herramienta jurídica diseñada en Colombia para ayudar a empresas que enfrentan dificultades financieras significativas. Su objetivo principal es proporcionar un mecanismo para reorganizar deudas y operaciones, evitando así la liquidación y permitiendo la recuperación del negocio.
La Ley 1116 está supervisada por la Superintendencia de Sociedades, que se encarga de garantizar que el proceso de reorganización cumpla con las normas establecidas y proteja tanto a la empresa como a sus acreedores.
Si deseas consultar el texto completo de esta normativa, puedes acceder a la página oficial de Función Pública, donde encontrarás los detalles legales de la Ley 1116.
Para acogerse a esta ley, las empresas deben cumplir con ciertos requisitos específicos que demuestren su situación financiera crítica y su capacidad de recuperación mediante un proceso de reorganización.
Importante: Las empresas no reguladas por la Superintendencia de Sociedades, como cooperativas o entidades del sector público, tienen procedimientos distintos.
El proceso de reorganización empresarial bajo la Ley 1116 tiene como objetivo principal renegociar las deudas de la empresa con los acreedores para garantizar su continuidad.
La empresa debe presentar una solicitud formal acompañada de documentación clave, como:
La Superintendencia evalúa si la empresa cumple con los requisitos para iniciar el proceso de reorganización.
En esta etapa, se establece un plan de pago o renegociación de deudas que sea aceptable tanto para la empresa como para los acreedores.
Una vez aprobado, la empresa debe seguir el plan de reorganización bajo la supervisión de la Superintendencia.
Optar por la Ley 1116 puede marcar la diferencia entre la recuperación y la liquidación de una empresa. Aquí te explicamos sus principales beneficios:
Durante el proceso de reorganización, los acreedores no pueden tomar acciones legales adicionales contra la empresa.
Se permite acordar nuevos plazos, montos o condiciones para el pago de las obligaciones financieras.
La Ley 1116 prioriza la continuidad del negocio, protegiendo sus activos de liquidaciones inmediatas.
El proceso permite reorganizar las operaciones para hacer la empresa más rentable y eficiente.